Muchas veces he pensado en esta hermosa época del año como la temporada de las luces. Tantas imágenes repletas de luz, vitrinas, adornos navideños, eventos al aire libre, etc. todo rodeado de luz. Pero la luz más brillante es, sin duda, la luz de Cristo Jesús.
En el evangelio de S. Juan 1:9 dice: “Existía la Luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre” (NBLA). Jesús, el hijo de Dios es la luz que alumbra a todo el mundo.
La definición de oscuridad es la ausencia de luz visible.
Cuando veo la difícil situación que vivimos como país, personas sumidas en total oscuridad y ceguera espiritual, solo puedo pensar en los beneficios que puede traer la gloriosa Luz de Cristo en las vidas y barrios de nuestro país. Como cristianos, tenemos la responsabilidad de reflejar la Luz de Cristo a aquellos que viven en oscuridad.
Como ministerio queremos desearles una navidad inundada de la luz de Cristo y agradecerles por ser portadores de esta maravillosa luz al respaldar nuestro ministerio.
Feliz Navidad!